Hoy en día parece haber una tendencia creciente a convivir sin casarse. Muchas parejas dicen no creer en el matrimonio con papeles, ante la ley y ante Dios. Otros piensan que es una antigüedad, y que si uno quiere estar actualizado debe seguir lo que hace la mayoría. Sin embargo, yo suelo hacerme una pregunta que tal vez muchos se hagan también: ¿No serán excusas que esconden la verdadera razón por la cuál una persona no quiere casarse?
Hace no mucho tiempo atrás (unos cincuenta años), casarse era casi una norma a seguir, un objetivo a cumplir que la mayoría de las personas tenía y que en algún momento de la vida debía concretarse. Era casi inconcebible encontrarse con una persona que no quisiera casarse en un futuro (no muy lejano). A una mujer que a los 15 o 16 años estaba sin novio se la miraba con desconfianza; y si a los 19 o 20 años no estaba planeando su boda, algo en ella definitivamente no estaba bien.
Mirando en retrospectiva, es impresionante como han cambiado los tiempos. Hoy en día una persona puede tener 35 años y seguir cómodamente instalada en casa de sus padres, sin ningún proyecto de abandonar esa clase de vida y pasar a otra etapa. Parece haber una tendencia a las relaciones sin compromiso, en las que todo vale. Y de casarse, en muchos casos, ¡ni hablar!

Sin embargo, nuestros cada vez menores niveles de comprensión y tolerancia nos llevan a fracasar antes siquiera de haber comenzado a convivir con nuestras parejas. Una discusión sobre algo tan grave como una infidelidad o sobre algo tan simple como qué ver en la tele están hoy en día al mismo nivel, y pueden llevar a la ruptura. ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué nos soportamos cada vez menos? Creo que en estos tiempos donde la satisfacción debe ser inmediata, nos frustramos ante la posibilidad de no ver resultados rápidos. Una pareja es algo que se construye día a día, y el hecho de vivir con una persona nos ayuda a conocernos más. Pero el problema está en que no nos damos el tiempo suficiente para conocernos. Cuando algo anda mal, en vez de hablarlo lo mejor es huir. Y tal vez ahí está la respuesta de por qué actualmente muchos prefieren no casarse: porque se saben fracasados desde el momento preciso en que deciden irse a vivir en pareja.
De todas formas, no es mi intención generalizar. Puede que haya en realidad muchas parejas que no se casan simplemente porque no tienen ganas y llevan juntos décadas de felicidad y armonía. También está la otra posibilidad, parejas que tienen un noviazgo largo y feliz, pero cuando dan el "Sí" sólo duran unos meses. Las posibilidades son múltiples, tantas como parejas en el mundo. En lo que a mí respecta, tengo una posición bastante neutral: siempre quise casarme y lo haré cuando encuentre a la persona adecuada, pero no voy a rasgarme las vestiduras ante la posibilidad de una convivencia sin papeles.
Y vos, ¿qué pensás? ¿Cuál es tu experiencia personal al respecto?
Tienes razon!!! :/
ResponderEliminarpuedes leer algo de mi blog de las rupturas y darme tu opinion???